domingo, 26 de mayo de 2013

PSG HANDBALL. Temporada I.

Hoy podría hablar de la final de la Champions. De las lágrimas de un tal Arjen Robben que por fin fueron de felicidad. O de otro tal Jupp Heynckes. Su caso es digno de estudio. Logró la séptima con el Madrid... y tuvo que marcharse. Ayer dejó su firma en la quinta del Bayern... y también tiene que irse del club bávaro.

Pero hoy no quiero hablar de fútbol. Ni de Londres. Ni de las 86.298 personas que disfrutaron en Wembley del Borussia-Bayern. Hoy prefiero quedarme en este lado del Canal de la Mancha. Cambio Londres por París. Wembley por Bercy. 86.298 por 14.000. Porque ayer, 25 de mayo, cambié el fútbol por el balonmano.

El PSG de handball. Ese equipo que durante este año se ha ganado un hueco en nuestro corazón. Un club, unos colores, una afición a la que siempre hemos visto animando. Ayer los parisinos dejaron el azul en el Pierre de Coubertin y se enfundaron la elástica blanca para llenar el estadio de Bercy. 14.000 personas que desde las 9 de la mañana comenzaron a ver las finales departamentales. Luego regionales. Y por último la final nacional de la Coupe de France. Chicos y chicas fueron alternando sus partidos hasta que llegaron las 19.00. Era la hora de la final masculina. PSG vs. Montpellier.

Pero tampoco quiero hablar del partido. Por buscar excusas diré que esta temporada no se lleva ni el blanco ni jugar en casa. Pero tampoco hace falta buscarlas. El Montpellier hizo un partidazo. Y qué portero. Mickaël Robin se llama. Hasta 21 paradas de todos los colores. Un espectáculo.

Poco a poco, los aficionados del PSG iban bajando la voz. La victoria siempre estuvo muy lejos y el marcador final lo reflejó: Montpellier 35-28 PSG. 

La ilusión por el doblete no se materializó. Pero eso no quita la gran temporada de un equipo nuevo, construido prácticamente de la nada. Los parisiens han devuelto la ilusión a la capital. Han llenado el Pierre de Coubertin cada jueves. Y han hecho felices a cientos de niños que se han podido fotografiar con sus ídolos al final de cada partido. 

Porque ahora es muy fácil querer venir a París. Pero ellos fueron los que se atrevieron a dar el primer paso y se embarcaron en un proyecto nuevo. Y han conseguido una liga histórica. Felicidades Antonio García y José Manuel Sierra. Porque sois unos campeones. Gracias por haber colocado la bandera española en las filas del 8ème homme. Os habéis ganado un hueco en el equipo y en la afición. Temporada I. Liga I. El año que viene más y mejor. Y os espera la Champions. Gracias por todo.



Pd. No puedo acabar sin mencionar a Julie y Charlotte Bonaventura. Las dos gemelas fueron las encargadas de pitar la final femenina de balonmano de los Juegos Olímpicos de Londres. Y ayer, Julie y Charlotte fueron las árbitras de las final de la Coupe de France masculina. 

Pd1. Gran idea el kit del supporter: por 22€ entradas para todos los partidos del día + equipación (camiseta y bandera blanca). Así se cuida a la afición,.


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